miércoles, 9 de septiembre de 2009

LA BONDAD

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La mejor cualidad en una persona es la bondad. Creo que la inteligencia, el atractivo o la simpatía están sobrevaloradas, en un amigo o en una pareja el que la persona sea buena es la mejor garantía.

 

Y es que la bondad es algo raro en los seres humanos ya que desde que nacemos somos egoístas y en la sociedad en la que vivimos prima el egoísmo sobre las demás cualidades.

 

Es una virtud tan rara que incluso hay profesiones en las que se paga dinero por ejercer el bien luchando contra cierta clase de maldad, como es el caso de los policías. Y es que sin la idea del castigo muy pocos serían buenos… ¿Cuántos de vosotros no robaríais algo que deseáis mucho si estuvierais seguros al 100% de que nadie lo iba a saber? Y el robo al fin y al cabo no es de lo peor que se me ocurre que muchos pueden hacer si supieran que sus actos no tendrán consecuencia… ¿Cuántas mujeres atractivas estarían tranquilas si supieran que pueden agredirlas sexualmente sin que nadie lo pudiera evitar?

 

Sin embargo, en nuestra sociedad, con los valores cristianos, solemos asociar la bondad con el no pecar y al revés. Y esto no es del todo correcto ya que creo que hay pecados (la masturbación, el sexo entre homosexuales, el divorcio, tener sexo con preservativo, por citar algunos) que no son maldades, ni mucho menos. Es más, quizá sea una maldad criticar a las personas que exploran el gusto que le puede dar su cuerpo, a los que dan y reciben placer de otra persona, aunque sea de su mismo sexo o a los que se dan cuenta del error de su matrimonio y lo rompen buscando ser felices.

 

¿Cuántos católicos sufren porque son homosexuales y la iglesia dice que son unos enfermos y que nunca podrán ir al paraíso salvo que acepten "curarse", o cuantos católicos divorciados se sienten culpables porque en su religión esto es pecado mortal?  Hay mucho sufrimiento causado a personas que simplemente son coherentes con lo que sienten y no hacen mal ni daño a nadie siendo como son.

 

Más allá del pecado y de la religión de cada uno, está la opción personal de cada uno de estar contento con uno mismo por encima de otros factores y en la libertad de los demás como límite: por ejemplo, a mi me encanta el sexo y por supuesto disfrutar de él no es una maldad, pero sí es una maldad disfrutarlo abusando de otra persona.

 

Si las religiones tienen algo bueno es que probablemente el mundo sería mejor si sus practicantes fueran consecuentes, ¿Es imaginable un mundo donde todos cumpliéramos los diez mandamientos cristianos por ejemplo, o, reduciéndolo más, sería posible que realmente los humanos amáramos al resto de humanos como a nosotros mismos? No parece posible que la vida de un humano desconocido habitante de Kenia os importe tanto como os importáis vosotros mismos.

 

Sinceramente, no conozco a ningún cristiano, que sea consecuente al 100% con su religión: Todos los que conozco, y estando en pleno uso de razón e inmersos en la madurez en religión católica: o se masturban, o tienen sexo antes del matrimonio, o no aman al habitante de Kenia como a sí mismos, o han robado un objeto en una tienda de souvenirs o en un súper, o tienen pensamientos y deseos impuros, o no van a misa todos los domingos, o se han divorciado, o son homosexuales, o mienten, o sienten envidia, o gula… … … pero muchos de ellos pregonan su fé católica y en la iglesia, pero claro, luego, manifestándolo o sin manifestarlo, siempre hay ciertas normas dadas por su religión que no las comparten, y no por ello se sienten pecadores o se dejan de sentir cristianos: según ellos, ¿se equivoca Dios, o se equivoca la Iglesia? Ellos no, desde luego, y si no preguntadles.

 

Y esto se traduce en que la fe en una vida eterna, en un paraíso, no es suficiente para que los que dicen tenerla practiquen escrupulosamente todos los mandamientos. Yo desde luego tengo claro que si tengo fe en que de lo que hago en estos años depende el que pueda ser feliz eternamente, sería lo que vulgarmente se considera "un santo" y por lo tanto no entiendo la falta de carácter del que peca sabiendo que está pecando (porque cree en el pecado y la justicia divina) y que está reduciendo sus posibilidades de ir a ese paraíso que tan atractivo resulta. Si se tiene fe en una religión habrá que ser consecuente con todos sus dogmas y su moral, porque si no lo que estamos haciendo es creándonos religiones a la carta donde nos creemos y practicamos lo que nos gusta, y lo que no nos gusta es que esa religión se equivoca, pero luego sí que queremos  tener derecho a entrar en ese cielo que nos prometen.

 

Y además, aunque haya personas que dedican su vida a los demás y por lo tanto son generosas y buenas pero son creyentes en una religión que premia la bondad, nunca sabremos si son buenas por carácter propio. Sinceramente, yo desconfío del que es muy bueno pero en el fondo de su ser está confiando en una recompensa en la vida eterna por ello. Hay que ser coherente, ser bueno creyendo que tendrás una recompensa es como donar dinero porque lo aconseja el gestor para desgravar a Hacienda…el efecto sobre los demás es el mismo pero en el fondo nunca sabremos si esa bondad es sincera o no.

 

   Yo no sé si tendré recompensa por mis buenos actos, y no sé si tendré castigo por los malos…pero aún así abundan en mi vida más los actos buenos que los malos, porque yo soy así, ha sido una decisión personal. Yo respeto al que cree que tras su muerte tendrá un Dios que le juzgará con benevolencia si no comete pecados (imaginándonos que eso es lo mismo que ser bueno, que creo que es mucho imaginar, o al menos no siempre es lo mismo) pero es evidente que nunca podremos saber si su vida hubiera sido distinta sin esa creencia.

 

Es muy fácil ser bueno con las personas conocidas, con los amigos y con la familia, y muchos nos creemos muy buenos por ayudar a los demás, siempre que los demás estén unidos a nosotros por lazos de afectividad. Y considerándonos muy buenos por esto, luego somos capaces de pasar al lado de un desconocido sin mover un dedo por él o ni siquiera hablarle, ya sea demostrando nuestra bondad en no indicarle una dirección porque tenemos prisa, o no ayudar a cruzar una calle porque ya lo hará otro, o incluso a no prestar auxilio porque no le conocemos no vaya a ser algún malvado… pero eso no nos impide considerarnos buenos, porque sí que ayudamos a los que nosotros queremos ayudar, que siempre estarán dentro del círculo de los que conocemos y apreciamos por algún motivo concreto.

 
Para mi las personas buenas (y yo por supuesto no soy de las mejores, tengo altas dosis de egoísmo, y muchos más defectos) son aquellas que hacen el bien sin esperar recompensa, simplemente porque así se sienten mejor. Ellas son los verdaderos santos, y son tan escasas que no me extraña que en este planeta haya tantísima maldad, a pesar de tantas y tantas religiones que predican ser la verdadera.
 
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1 comentario:

  1. Me ha gustado tu reflexión, la verdad, es que se ve muy madurada y bien pensada.

    Pienso que tienes razón la bondad tal y como la explicas es una de las características más importantes en una persona. Desgraciadamente mucha gente se excuda en una bondad totalmente ilusoria.

    La religión (no me voy a meter si es buena o mala) ha inculcado una cierta moralidad a mucha gente que les traba a la hora de hacer según que cosas, pero más por el miedo divino o por él que dirán que por otra cosa, y eso (como bien has dicho) es ser una persona en la que yo al menos no confiaría demasiado.

    Saludos y me voy a unir a tu blog que me parece muy interesante

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