lunes, 8 de junio de 2009

EL CRISTO ROJO


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O EN UN DIBUJO ANIMADO, ETC. Y EL GENIO NO SE COMO HACE PERO SE LOS ADIVINA
:
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(Qué cabrón el genio, me ha adivinado a... ¡¡¡Jean Claude Trichet!!!)

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La República socialista más breve de la historia se proclamó en El Bierzo y duró 10 horas:

El 5 de octubre de 1934, estalla en las provincias de Asturias y León, y en otras provincias españolas, un golpe de estado o proceso revolucionario, como ustedes deseen mejor llamarlo. El caso es que los mineros de la cuenca del Sil se levantan en armas y el 7 de octubre deciden ocupar el pueblo leonés de Bembibre y proclamar la República Socialista.

Como en toda revolución que se precie, los mineros procedieron a quemar la iglesia del pueblo, pero curiosamente, decidieron salvar a la imagen de un Cristo que encuentran en su interior, la cual dejan en mitad de la plaza con un cartel en el que se puede leer lo siguiente: “Cristo Rojo, a ti te respetamos por ser de los nuestros”.
Vamos, que todos los revolucionarios que acudieron a Bembibre, no eran ateos…

Esta es la crónica que en la revista “La Estampa”, publicada el 20 de octubre de 1934 y donde se publicaron las imágenes del Cristo, hizo de los hechos acontecidos:


El domingo 7 de octubre de 1934, a las once de la mañana, 2.000 mineros de la
cuenca del Sil bajaron como un alud de sus altas montañas y se apoderaron de
Bembribe. Iban formados militarmente, en filas de a dos, con ocho jefes de
escuadra y otros dos jefes supremos, un socialista y un comunista.


A la pacífica gente de Bembibre, poco acostumbrada a estos espectáculos bélicos, el
desfile de los mineros del Sil, con sus duros rostros negros, con sus pistolas
amartilladas y sus voces de mando, no les causó ninguna satisfacción, pero
parlamentaron con ellos.
- Queremos armas dijeron los mineros.
Se les fueron dando y entonces los revoltosos se dirigieron al Ayuntamiento destrozaron toda la documentación que allí había y proclamaron la República Socialista.
Luego rociaron la iglesia con gasolina y le prendieron fuego. Antes habían
sacado la imagen de un Sagrado Corazón y la dejaron en medio de la plaza con un
letrero en el pecho que decía: “Cristo Rojo, a ti respetamos por ser de los
nuestros.”


- Estaban convencidos de que en Madrid y en Barcelona había
triunfado la revolución social - me dice el comerciante don Bernardo Alonso-.
Procuraban los jefes no cometer ningún desmán.

Yo fui testigo de una escena pintoresca. Entraron en una taberna unos mineros y empezaron a beber. Pero de pronto, apareció en la puerta uno de los jefes y les dijo ¿A que habéis venido a beber vino o a hacer la revolución social? Inmediatamente todos salieron de la taberna.


Los mineros se marcharon a las once de la noche cuando llegaron las
tropas procedentes de Astorga. Después de una dura batalla en la oscuridad se
retiraron a sus montañas. Murieron tres soldados, un sargento, dos guardias
civiles y dos revolucionarios.

Fue la República socialista de más breve vida: diez horas

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“La felicidad puede estar incluso en un oscuro momento, sólo no olviden encender la luz”
Harry Potter y el prisionero de Azkaban

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