Todo el poder de Rasputín proviene de la aspirina...
Uno de los personajes más curiosos (y siniestros) de principios del siglo XX fue el monje Gregorio Efimovich Rasputín, todopoderoso en la corte del zar Nicolás II. Entre los factores de ese poder pesó, y mucho, la milagrosa mejoría del hijo del zar, el zarevich, que padecía de hemofilia, cuando Rasputín convenció al zar de que abandonara todo tratamiento médico y lo confiara a sus exclusivos cuidados (que consistían en conjuros y oraciones).
Rasputín es uno de los personajes históricos que más me ha llamado la atención siempre, y su vida está llena de historias curiosas y algunas increíbles. Seguro que volveré a hablar de él en el blog, pero hoy me quedo con la historia de cómo consiguió llegar al poder y ganarse la confianza del Zar, lo que le valió convertirse en el personaje más poderoso e influyente de la corte Rusa de principios de siglo.
Resulta que el hijo del Zar estaba gravemente enfermo y los médicos no conseguían curarle; Rasputín, un monje enorme de largas barbas y pinta siniestra, convenció al Zar para que despidiera a todos los médicos y le encomendara a él la curación de su hijo. Nada más iniciar Rasputín el tratamiento (que se componía exclusivamente de conjuros y oraciones), el hijo del Zar comenzó a mejorar notablemente, lo que le hizo ganar fama de místico de Rasputín, alimentada por más sucesos similares que le catapultaron hasta ser él a través de sus consejos al Zar e influencias en la Corte quien dirigió los designios del imperio ruso durante años.
El caso es que el hijo del zar lo que tenía era hemofilia, y los médicos entonces le estaban tratando con una novísima e innovadora droga que se acababa de desarrollar. Dicha droga no era ni más ni menos que el ácido acetilsalicílico, la famosa aspirina, la cual como sabéis es un potente anticoagulante que aplicado a alguien con hemofilia lo único que hacía era agravar la enfermedad:
Al despedir a los médicos (y dejar de administrarle aspirina) el paciente empezó a mejorar como es lógico, y Rasputín y sus conjuros se apuntaron el tanto.
Un ejemplo más de cómo la casualidad crea mitos: si sucede al revés probablemente el hijo del zar hubiera empeorado o muerto y nada hubiera sabido nunca la historia de Rasputín, pues lo más probable es que le hubieran cortado la cabeza (y el pene de 30 cms. de rasputín no estaría ahora en un bote en el primer museo erótico de Rusia, para poder ser admirado).
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El año 1900, si echáis cuentas, fue un año BISIESTO.
Sin embargo ese año el 29 de febrero no existió...
Igualmente, del 4 de octubre de 1582 se pasó directamente al 15 de octubre de 1582: nunca encontraréis ningún documento ni hecho histórico fechado entre el 5 y el 14 de octubre de este año ya que simplemente no existieron.
¿Y por qué, os preguntaréis?
... ... ...
Pensad un poco, a lo mejor encontráis el porqué; si no, aquí tenéis la explicación:
http://aalembert.www.50megs.com/y2kcoe.html
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"Los humanos sois muy extraños, todo lo que creáis lo usáis para destruir"
De la película "El Quinto Elemento"
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