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El otro día paseando por la ribera del Clamores, me crucé con un grupo de 4 chicas jóvenes, de unos 18-20 años, las cuales iban hablando y gesticulando todas a la vez.
No pude menos que quedarme pensando… ¿¿¿quién escuchaba???
Me pareció muy buen resumen de la sociedad de hoy en día, en la que todos queremos hablar, pero nadie escucha. Y cuando parece que alguien te está escuchando cuando le toca su turno para hablar te das cuenta de que realmente no ha escuchado nada de lo que tú estabas diciendo, simplemente estaba esperando su turno para hablar.
Esto siempre me ha parecido triste, la verdad es que puedo constatar que por norma general todo el mundo está deseando hablar, para lo cual nadie duda en quitar la palabra a los demás antes de que acaben de hablar, o ni siquiera dejarles empezar si es posible. También he podido comprobar como muchas veces mientras uno está hablando los demás, o concretamente el interlocutor al que van dirigidas las palabras, no está escuchando, y simplemente está teniendo un gesto de buena educación no interrumpiendo, y esperando pacientemente a que uno acabe de hablar, mientras lo que está haciendo es pensar en lo que él va a decir cuando ese que está hablando acabe de hablar. Que por cierto ni siquiera sabe si le interesa o no, ya que simplemente no está prestando nada de atención, ni siquiera para corroborar si lo que dice es o no interesante.
Pues bien, ante esto que ya más o menos tengo asumido, o que tenemos asumidos todos, me encuentro al ver la escena de estas 4 chicas que quizá estemos dando un paso aún más allá, y es que ya no sólo nos da igual lo que digan los demás, es que parece que ya nos da igual hasta que los demás escuchen lo que estamos diciendo, simplemente nos interesa hablar.
Y yo me pregunto, ¿de qué sirve hablar si sabes que nadie te escucha? ¿no sería más lógico dejar de hablar cuando sabes que aquel al que hablas no te escucha? ¿no sería mejor hacer un esfuerzo por escuchar a los demás? ¿aunque sea sólo para saber si lo que dicen es o no interesante? ¿no conseguiríamos el respeto de los demás escuchando más a menudo lo que dicen, no serían los demás más respetuosos y nos escucharían a nosotros? ¿no conoceríamos mejor a las personas y sus inquietudes?
Como me decía mi abuelo, “se aprende más escuchando que hablando”…
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Imágenes del universo
http://www.elmundo.es/especiales/2009/06/ciencia/astronomia/hubble/postales_universo.html
El otro día paseando por la ribera del Clamores, me crucé con un grupo de 4 chicas jóvenes, de unos 18-20 años, las cuales iban hablando y gesticulando todas a la vez.
No pude menos que quedarme pensando… ¿¿¿quién escuchaba???
Me pareció muy buen resumen de la sociedad de hoy en día, en la que todos queremos hablar, pero nadie escucha. Y cuando parece que alguien te está escuchando cuando le toca su turno para hablar te das cuenta de que realmente no ha escuchado nada de lo que tú estabas diciendo, simplemente estaba esperando su turno para hablar.
Esto siempre me ha parecido triste, la verdad es que puedo constatar que por norma general todo el mundo está deseando hablar, para lo cual nadie duda en quitar la palabra a los demás antes de que acaben de hablar, o ni siquiera dejarles empezar si es posible. También he podido comprobar como muchas veces mientras uno está hablando los demás, o concretamente el interlocutor al que van dirigidas las palabras, no está escuchando, y simplemente está teniendo un gesto de buena educación no interrumpiendo, y esperando pacientemente a que uno acabe de hablar, mientras lo que está haciendo es pensar en lo que él va a decir cuando ese que está hablando acabe de hablar. Que por cierto ni siquiera sabe si le interesa o no, ya que simplemente no está prestando nada de atención, ni siquiera para corroborar si lo que dice es o no interesante.
Pues bien, ante esto que ya más o menos tengo asumido, o que tenemos asumidos todos, me encuentro al ver la escena de estas 4 chicas que quizá estemos dando un paso aún más allá, y es que ya no sólo nos da igual lo que digan los demás, es que parece que ya nos da igual hasta que los demás escuchen lo que estamos diciendo, simplemente nos interesa hablar.
Y yo me pregunto, ¿de qué sirve hablar si sabes que nadie te escucha? ¿no sería más lógico dejar de hablar cuando sabes que aquel al que hablas no te escucha? ¿no sería mejor hacer un esfuerzo por escuchar a los demás? ¿aunque sea sólo para saber si lo que dicen es o no interesante? ¿no conseguiríamos el respeto de los demás escuchando más a menudo lo que dicen, no serían los demás más respetuosos y nos escucharían a nosotros? ¿no conoceríamos mejor a las personas y sus inquietudes?
Como me decía mi abuelo, “se aprende más escuchando que hablando”…
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"Es bueno saber que en algún lugar del mundo, llueva o truene, hay un plato de sopa esperándote"
El Bueno, el Feo y el Malo.
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