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-¡Te apesta el aliento! ¿Te has comido un calcetín sudao o qué?
-Habló la foca, que te estás poniendo más gorda que una ballena
…¿Parodia o la vida misma? Esto nos puede pasar a cualquiera, después de callar y callar y callar, al final de tanto callar estallamos en el peor momento y de la peor forma, y le soltamos lindezas como estas a nuestra pareja.
Si el amor es ciego, la convivencia nos cura la ceguera, y más pronto que tarde nos encontramos ante la gran duda: decirle a nuestra pareja que le huelen los pies, que no nos gustan sus amigos… o aguantar y callar.
Jose Antonio García Higuera, del Centro de Psicología Clínica y Psicoterapia de Madrid (http://www.psicoterapeutas.com/) lo tiene claro: no hay que callarse nada, hay que comentarlo todo en cuanto se detecte. “No existe ningún conflicto que, si lo dejamos aparcado, al cabo del tiempo esté igual”. Las cosas no se solucionan solas, está claro, en todo caso se agravarán si no hacemos algo. Y al final se acaba saliendo por peteneras.
Hay que buscar un momento y decirlo, basta con tener tiempo suficiente para hablar y un entorno donde nadie nos moleste; si esperamos a que el otro esté receptivo corremos el riesgo de aplazarlo indefinidamente.
Las cosas además hay que saber decirlas, y existen 3 formas de decirlas:
-¡Te apesta el aliento! ¿Te has comido un calcetín sudao o qué?
-Habló la foca, que te estás poniendo más gorda que una ballena
…¿Parodia o la vida misma? Esto nos puede pasar a cualquiera, después de callar y callar y callar, al final de tanto callar estallamos en el peor momento y de la peor forma, y le soltamos lindezas como estas a nuestra pareja.
Si el amor es ciego, la convivencia nos cura la ceguera, y más pronto que tarde nos encontramos ante la gran duda: decirle a nuestra pareja que le huelen los pies, que no nos gustan sus amigos… o aguantar y callar.
Jose Antonio García Higuera, del Centro de Psicología Clínica y Psicoterapia de Madrid (http://www.psicoterapeutas.com/) lo tiene claro: no hay que callarse nada, hay que comentarlo todo en cuanto se detecte. “No existe ningún conflicto que, si lo dejamos aparcado, al cabo del tiempo esté igual”. Las cosas no se solucionan solas, está claro, en todo caso se agravarán si no hacemos algo. Y al final se acaba saliendo por peteneras.
Hay que buscar un momento y decirlo, basta con tener tiempo suficiente para hablar y un entorno donde nadie nos moleste; si esperamos a que el otro esté receptivo corremos el riesgo de aplazarlo indefinidamente.
Las cosas además hay que saber decirlas, y existen 3 formas de decirlas:
Ø Pasivamente: evitamos decir o pedir lo que queremos o nos gusta
Ø Agresivamente: lo hacemos violentamente, lo cual nos descalifica a nosotros mismos
Ø Asertivamente: lo expresamos de manera amable, franca y abierta, diciendo lo que queremos sin atentar contra el otro
Está claro, hay que ser ASERTIVOS.
Otra frase que hay que evitar: “Oye, tenemos que hablar”... ¿Nunca os han dicho “tenemos que hablar”? Joder, es que cuando te dicen, “oye, tenemos que hablar” es que te dejan acojonao oye, a mí al menos. El terror que provoca esa frase en el otro acaba alterando también al que la dice y al final ambos se acaban descargando con cualquier burrada. Hay que evitar este tipo de expresiones, hay que ser asertivos, preparar un poco lo que se va a decir y no dejar nunca que los sentimientos nos alejen de lo que deseamos decir.
El psicoterapeuta José Antonio García Higuera nos dice cómo:
Ø Agresivamente: lo hacemos violentamente, lo cual nos descalifica a nosotros mismos
Ø Asertivamente: lo expresamos de manera amable, franca y abierta, diciendo lo que queremos sin atentar contra el otro
Está claro, hay que ser ASERTIVOS.
Otra frase que hay que evitar: “Oye, tenemos que hablar”... ¿Nunca os han dicho “tenemos que hablar”? Joder, es que cuando te dicen, “oye, tenemos que hablar” es que te dejan acojonao oye, a mí al menos. El terror que provoca esa frase en el otro acaba alterando también al que la dice y al final ambos se acaban descargando con cualquier burrada. Hay que evitar este tipo de expresiones, hay que ser asertivos, preparar un poco lo que se va a decir y no dejar nunca que los sentimientos nos alejen de lo que deseamos decir.
El psicoterapeuta José Antonio García Higuera nos dice cómo:
Ø Primero: describir los hechos concretos. Alejarse de las generalidades. Si el problema es que el otro no hace nada no debemos decir “eres un puto vago, no meneas el culo”. El planteamiento según este profesional debería ser: “no sé si te has dado cuenta de que cuando llegas a casa te sientas en el sofá a ver la tele mientras yo recojo la casa y hago la cena” (los hechos son: uno no se mueve del sofá y el otro hace todas las tareas del hogar: hechos objetivos).
Ø Segundo: Sentimientos y pensamientos: Ahora sí, después de haber descrito objetivamente los hechos, ahora es el momento de expresar lo que sentimos. Por ejemplo: “no lo soporto, me siento como si fuera tu criada”. No le estamos pidiendo que nos entienda, sólo le estamos diciendo cómo nos sentimos.
Ø Tercero: Ofrecer una solución: Esto a juicio del especialista es IMPRESCINDIBLE, ya que si no el otro sentirá que la crítica va contra él, y no contra la situación concreta que le disgusta. “Si quieres yo te explico cómo se hacen las cosas”.
Ø Cuarto: Consecuencias: Debemos explicarle qué ocurrirá si hace lo que le hemos pedido. “Si hacemos las cosas entre los dos, tendremos más tiempo para estar juntos”
Pongamos algunos ejemplos:
-“No me gustan los salidos de tus amigos”
Ø 1º: Describimos el hecho: Tus amigos y yo no encajamos
Ø 2ª: Cómo nos sentimos: Me siento fuera de lugar
Ø 3ª: Una solución: ¿por qué no quedas tú solo con ellos?
Ø 4ª: Consecuencias: así no estaré malhumorada cuando llegues a casa
-“Te estás poniendo como un foca”
Ø 1º: Describir el hecho: Has cogido algunos kilos
Ø 2º: Cómo nos sentimos: Estoy preocupado por tu salud
Ø 3º: Una solución: A partir de ahora me encargo yo de las comidas
Ø 4º: Consecuencia: Ya verás como en poco tiempo estarás mejor
-“Te apesta el aliento”
Ø 1º: No te huele bien la boca
Ø 2º: Quizá tengas alguna caries
Ø 3º: ¿Por qué no vas al dentista?
Ø 4º: Seguro que te arreglará el problema
¿Se os ocurre algún ejemplo más?
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(Un poco de humor... esto sí que es ser asertivo):
Hay preguntas tontas...
Pregunta del fiscal:
-¿Es cierto que usted, el día de los hechos, se cagó en los muertos del denunciante, en toda su puta familia, en la perra de su hija y el maricón de su hijo, en el hijo de puta de su padre, en la puta madre de cristo y en (cito textualmente) "...sus putos muertos pisoteaos a caballo"?
Respuesta del acusado:
- No, es falso... Yo estaba tranquilamente trabajando en la fundición y entonces tranquilamente y en un tono de voz educado le dije: "Antonio por Dios, ¿no te das cuenta de que me has echado todo el acero fundido por la espalda y que eso produce una sensación muy desagradable?"
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"La vergüenza es como el dolor, sólo se siente una vez"
De la película "Las amistades peligrosas"
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